jueves, 5 de julio de 2012

Los Siete Pecados Capitales


LUJURIA
El cristianismo considera que la lujuria es un pecado, pero en el mundo antiguo, los imperios griego y romano la celebraban. Mientras los devotos de la antigí¼edad la definí­an como un apetito excesivo por el placer carnal, la Biblia lo califica con términos como fornicación, adulterio o tentación de la carne. En definitiva, un deseo sexual tan fuerte, que arrolla… y destruye. El Antiguo Testamento condena la lujuria, pero no la sexualidad como tal. La historia de este pecado muestra giros sorprendentes, como las orgí­as de los cristianos agnósticos, las leyes de los puritanos en contra de la fornicación y los exorcistas que luchaban contra el demonio de la lujuria llamado Asmodeo. Hoy en dí­a, los cientí­ficos creen que este pecado puede tener más relación con la genética que con una elección, pero habrá que ver si son capaces de demostrarlo.

LA IRA
El pecado de la ira es el pecado que mata. El propio Moisés era propenso a arrebatos de furia. Los mí­ticos guerreros de Esparta meditaban para hacer desaparecer el pecado de la ira antes de una batalla. El escritor italiano Dante situaba a los que cometí­an este pecado en "el cuarto cí­rculo del infierno", donde se desgarraban los miembros unos a otros hasta la eternidad. Los estudiosos de la demonologí­a afirman que el pecado de la ira es realmente la posesión del cuerpo por parte del demonio Ammon. Hoy en dí­a, los neurocientí­ficos creen haber encontrado la emoción de la ira en la "amí­gdala". De modo que, ¿es el pecado de la ira algo demoní­aco o quí­mico?.

ENVIDIA
El filósofo de la Edad Media Santo Tomás de Aquino decí­a que los que cometí­an el pecado de la envidia "disfrutaban con la desgracia de otros". El escritor italiano Dante caracterizaba al envidioso como "el pecador que tení­a los ojos cosidos y cerrados porque disfrutaba contemplando el infortunio de otros". El pecado de la envidia ha llevado al asesinato, la revolución e incluso a la caí­da de imperios. Aún en el mundo de hoy en dí­a, saturado de imágenes, ¿ha pasado este pecado de ser un vicio a convertirse en una virtud?.

GULA
El pecado de la gula no se menciona en la Biblia, pero ya en el siglo IV los cristianos creí­an que podrí­an ir al infierno por comer en exceso. Durante la Edad Oscura, los teólogos creí­an que habí­a siete formas de cometer el pecado de la gula, desde "comer demasiado" hasta "comer de forma demasiado refinada". El escritor italiano Dante decí­a que los que cometí­an este pecado serí­an castigados y se verí­an obligados a comer sapos e insectos. Se creyó que este pecado era el origen de la obesidad y el alcoholismo, y los cruzados lo combatieron de muchas maneras, que abarcan desde los ayunos religiosos hasta la prohibición.
  
AVARICIA
El pecado de la avaricia está condenado en la Biblia en el Décimo Mandamiento: "No codiciarás los bienes ajenos". Aunque la avaricia siempre ha sido mal vista, ya desde la época de Moisés hasta los rescates financieros de la actualidad, este pecado ha creado -y también condenado- grandes imperios. Los sabios, desde la época de Aristóteles hasta la de Jesucristo, arremetieron contra este vicio, pero el economista del siglo XVIII Adam Smith sostuvo la teorí­a de que el propio capitalismo está basado en el pecado de la avaricia. Hoy en dí­a, muchos cuestionan este pecado… ¿se ha convertido la avaricia en algo bueno?.

SOBERBIA
El escritor italiano Dante Alighieri llamó al pecado de la soberbia el "Jefe de todos los pecados", el pecado del propio Satanás. El pecado de la soberbia fue condenado en la Biblia y por el filósofo Sócrates, mientras que los romanos y los vikingos hicieron de él su mayor virtud. Se cree que fue la razón que condujo a Satán a su fin, pero curiosamente, la historia más famosa del diablo no está en la Biblia. De modo que, ¿cuál es el origen del pecado de la soberbia?.

PEREZA
El pecado de la pereza es simplemente el pecado de los vagos o perezosos. De acuerdo con los teólogos medievales, este pecado puede condenar a una persona al infierno. Algunos cientí­ficos sugieren que podrí­a, de hecho, ser el diagnóstico medieval de la depresión clí­nica. ¿Es un pecado o una enfermedad? Históricamente, ha habido diferentes formas de curar la pereza, desde los antiguos médicos griegos que la combatí­an con hierbas, o los monjes medievales que recetaban oraciones y ayuno, hasta los médicos del siglo XX que luchan contra la "falta de energí­a" con injertos de glándulas de cabra...




Fuentes de Información.-


2 comentarios:

  1. Me pareció importante añadir a mi blogg este pequeño espacio con los siete pecados capitales, ya que bien hoy en día más que un pecado debemos preguntarnos si los pecados capitales no son en si algo aún más serio como un notable indicio de una latente patología de la mente?

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  2. Es verdad lo que dices alexandra y mas que nada creo que estos pecados están presentes en cada uno de nosotros sin excepción y debemos aprender a controlarlos para así disminuir un poco lo que se refiere a contraer patologías!

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¡Oye!

Si ya te cansaste de buscar, te recomiendo este blogg, en el me dedique a revelar de a poco la influencia de la mente en nuestra salud, ojalá les guste, no olviden dejar sus comentarios o sugerencias, recuerden que juntos haremos de la Salud algo mejor!!!